Dios Uno y Trino, fuente de la vida, del amor, la unidad, la paz, el bien, la salud y toda bondad, bendice nuestro camino sinodal como Iglesia y como familia humana para que podamos navegar juntos en comunión, participación y misión.
Desde esta barca común te pedimos nos asistas para que en medio de las peligrosas olas que nos acechan como humanidad, podamos reconocerte en la orilla y así, volver a escuchar nuestro nombre pronunciado por tu voz, como llamaste a tus discípulos, a San Francisco, a Santa Clara y a cada uno y cada una…a una misión especial como discípulos y misioneros tuyos en cada hermano y hermana de la periferia falto de amor, de dignidad, de pan y de abrigo.
Navegamos confiados hacia Ti, animados por la presencia amorosa de María y esforzándonos en ser buenos samaritanos unos de otros. Amén!
Hna. M. Graciela Trivilino osf
(Por el Equipo de la Dirección General Hnas. Franciscanas de Bonlanden- Argentina)