Unidos en oración por una Iglesia Sinodal

Señor Jesús, Hijo de Dios Padre, gracias por este nuevo día que nos regalas. Gracias por invitarnos a caminar contigo.

Te ruego que nos enseñes a contemplar la vida y a participar en ella como Tú lo hiciste.

Que podamos, en comunión con Dios y nuestros hermanos, vencer el miedo de perder el tiempo con otros, especialmente con aquellos que la sociedad no ve.

Que aprendamos a ganar el tiempo escuchando a los jóvenes y a los ancianos, a los que se esfuerzan en trabajar dignamente a pesar de las dificultades.

Que no tengamos temor de mirar con tus ojos para descubrir, a través de la escucha y la mirada, el corazón de aquellos que a veces observamos como parte del paisaje.

Gracias por asistirnos con el Espíritu Santo, que nos susurra como brisa suave.
Inmaculado Corazón de María, que guardas los anhelos de todos tus hijos e hijas, intercede para que la Palabra de Dios sea viva y eficaz en nosotros.

Amén.

Liliana Gentile

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